El Gobierno regional renueva así su compromiso con la lucha contra la pobreza y la exclusión social, a través de acciones y transferencias de conocimientos que permitan a los países beneficiarios afrontar y resolver problemas como la falta de oportunidades económicas, sociales o educativas, la discriminación o exclusión por razones étnicas o los derivados del deterioro medioambiental o el cambio climático.
Para ello, el nuevo Plan comprende objetivos de gestión desarrollados en 24 líneas de actuación, y enfoca como esenciales la erradicación de la pobreza, seguridad alimentaria, educación, salud o el agua y saneamiento. También, en el contexto de la pandemia, se prevé reforzar el apoyo a la estrategia nacional y la asignación presupuestaria dedicada a acción humanitaria y ayuda de emergencia.
Salvo las actuaciones de investigación para el desarrollo, que se aplicará dentro de la región, el resto se realizará en los países beneficiarios y que prioritariamente serán Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua República Dominicana, Haití, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Marruecos, Senegal, Níger o Malí.
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