“En estos dos años –ha recordado la directora gerente del Hospital Universitario Príncipe de Asturias – han sido ellos realmente los protagonistas”. Del primero al último, los profesionales, según ha explicado, “han dado todo su esfuerzo y su dedicación a estos dos años de dificultades. Son ellos los que se merecen este reconocimiento”. “Muchísimas gracias al alcalde, al Ayuntamiento, a la Corporación, a los concejales que forman este Ayuntamiento y a la ciudad de Alcalá de Henares”, ha finalizado la Dra. Rubio y Lleonart.
Carmen Soldevilla, supervisora del Servicio de Admisión del HUPA, ha intervenido en el acto junto a Juan Ángel Muñoz, responsable de Formación Continuada del Hospital y vicedecano adjunto de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Alcalá, y el Dr. Alberto García Lledó, jefe del Servicio de Cardiología del Centro.
Soldevilla relata cómo fueron aquellas semanas del inicio de la pandemia: “Ni la poblacion ni los profesionales estabamos preparados para afrontar esa situación, nos sobrepasaba”. La supervisora de Admisión trabaja en el Centro desde sus inicios: “Lo siento como algo mío, es mi segunda casa. En él ha nacido mi hija, han fallecido mis padres y tengo muy buenos amigos y compañeros”.
De aquellos días rememora “el apoyo incondicional de todos y cada uno de mis compañeros del servicio de Admisión”, al igual que el trabajo del resto de profesionales de todas las categorías, servicios y unidades del HUPA, que “hacían todo y más de lo que podían”. Su agradecimiento, también “incondicional”, va a los profesionales de las ambulancias, al resto de los hospitales, a las Fuerzas de Seguridad, bomberos, Médicos Sin Fronteras, asociaciones, empresas privadas, supermercados, etc: “Todos estuvisteis cuando os necesitamos”. Y finaliza diciendo que “todavía resuenan en nuestros tímpanos vuestros aplausos”.
El responsable de Formación Continuada del Hospital y vicedecano adjunto de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Alcalá da las gracias porque “durante esos días de doloroso recuerdo, de no saber a qué nos enfrentábamos, miedos e incertidumbres, pero con sus aplausos, nos daban las fuerzas que necesitábamos para seguir haciendo lo que era, es y será siempre su derecho y nuestro deber, trabajar en beneficio de la salud pública”.
Juan Ángel Muñoz no se olvida de las personas que han fallecido durante la Pandemia. Tampoco el Dr. Alberto García Lledó, que tilda la primera ola de la COVID-19 de “inundación” y narra una experiencia en primera persona. “Durante marzo y abril del 2020 –explica- todo el Servicio de Cardiología, como muchos otros, se dedicaba a atender pacientes COVID. Yo me fui al servicio de Urgencias, de aprendiz de urgenciólogo, como apoyo de una compañera de ese servicio”.
Las donaciones
“Hubo un momento”, recuerda el Dr. García Lledó, “en el que las donaciones de los ciudadanos eran tantas, que fue necesario habilitar un nuevo almacén y organizar su intendencia. De aquellos donaciones, como “agua de mayo”, se detiene en dos que a los profesionales les “tocaron el alma de forma muy particular: las batas que nos hicisteis con vuestras manos, y las pantallas decoradas por los niños, llenas de amor y de inocencia (se podría hacer con ellas un museo). Uno de los días, según me vestía para entrar en la zona roja de las Urgencias, pude ver de dónde venía la protección que me estaba poniendo. Hice una foto y se la mandé a mi hija menor, que es maestra: ‘hoy me protege tu colegio’. Nada da más valor ni más fuerza que sentirte querido por los tuyos. En nuestro caso, por nuestra ciudad”.
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