El lunes de la pasada semana, un niño de 11 años con trastorno del espectro autista, llamado Leo, vivió una experiencia aterradora cuando fue olvidado en el autobús escolar que lo llevaba a su colegio en Leganés. A las 9:35 de la mañana, Leo se subió al autobús como de costumbre, pero se quedó dormido en el último asiento debido a la medicación que toma para el trastorno, que le provoca somnolencia.
El autobús, operado por la empresa de transportes Puesta del Sol, completó su ruta y fue estacionado en las cocheras de Alcorcón, con Leo aún en su interior. Nadie se percató de su presencia en el vehículo. Cuando finalmente despertó, se encontró solo y encerrado en un lugar desconocido, lo que provocó que comenzara a tocar el claxon del autobús en busca de ayuda.
Un empleado de la empresa abrió la puerta del autobús, pero no ofreció asistencia ni preguntó si el niño estaba perdido o necesitaba ayuda. Leo, desesperado por llegar a su colegio, bajó del autobús y comenzó a caminar.
Finalmente, llegó a un supermercado Aldi, donde pidió usar el baño y alertó a una empleada de que necesitaba ayuda. La trabajadora notificó a la policía local de Alcorcón, que se puso en contacto con el padre de Leo.
Tanto la empresa de autobuses como la consejería de Educación de la Comunidad de Madrid están siendo investigadas para esclarecer lo sucedido.
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