Dancausa, acompañada por el presidente del Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad de la Comunidad de Madrid (Cermi), Óscar Moral, ha recorrido las instalaciones de este centro, que atiende a estas personas y cuenta con un total de 76 plazas repartidas en residencia, centro de día y centro ocupacional.
“La Comunidad de Madrid fue pionera en ofrecer gratuitamente los servicios de asistencia especializada a las personas con discapacidad, un compromiso que adquirimos en 2002 y que renovamos año a año para garantizar su derecho a la mejor atención y mejorar su calidad de vida”, ha señalado la consejera tras interesarse por la labor que realizan los profesionales del centro y charlar con algunos de sus usuarios.
La red regional de atención a este colectivo está formada por un total de 622 recursos de carácter residencial y no residencial, que suman 24.685 plazas adaptadas para cubrir las distintas necesidades que pueden requerir estas personas en función de sus patologías.
Así, las personas con enfermedad mental grave y duradera tienen a su disposición 6.669 plazas distribuidas en 225 centros propios y concertados de atención social, que ofrecen apoyo psicosocial, laboral y residenciales y promueven la integración social de sus usuarios, siempre en coordinación con los Servicios de Salud Mental y con especial atención y respaldo a las familias.
Por su parte, para las personas adultas con discapacidad física, intelectual y sensorial cuentan con 14.239 plazas repartidas en 355 recursos, entre ellos residencias, viviendas comunitarias, pisos tutelados, centros de día y ocupacionales e iniciativas como el programa Respiro, que permite a los familiares de estas personas que habitualmente se encargan de su cuidado disfrutar de tiempos de descanso y ocio.
A todo lo anterior se suman las 3.777 plazas específicas para niños de 0 a 6 años con trastornos de su desarrollo, con discapacidad o riesgo de padecerla o con dependencia y a sus familias y entorno. Su objetivo es promover, facilitar o potenciar la evolución global de las posibilidades de desarrollo del niño y planificar las acciones que permitan desarrollar al máximo la inclusión familiar, educativa y socioambiental de cada menor.
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