Uno de los objetivos de la compañía es aumentar esta eficacia en sus instalaciones y, para ello, es primordial reducir el consumo energético sin que afecte a las condiciones de las operaciones que realiza, especialmente las dirigidas a garantizar el suministro y la calidad del agua en todo su ciclo.
En ese sentido, la empresa pública pretende reducir en un 7% su consumo energético antes de 2025, lo que supondrá evitar la emisión de 4.300 toneladas de gases de efecto invernadero cada año y recortar la huella de carbono del ciclo del agua.
En este contrato se llevará a cabo la caracterización energética de las instalaciones mediante la instalación de equipos para su medida que segregarán el consumo total de la planta.
Estos servicios se centrarán en las infraestructuras que demandan una mayor cantidad de energía, mayoritariamente estaciones depuradoras de aguas residuales y de bombeo. Así, estas servirán de base para alcanzar soluciones que posteriormente podrán extenderse al resto de plantas de similares características.
Por otra parte, Canal de Isabel II está desarrollando distintos proyectos y actuaciones para conseguir la autosuficiencia energética, con el objetivo de producir en 2030 el 100% de la energía necesaria para ejercer su actividad a través de instalaciones propias de generación eléctrica renovable y limpia.
Para lograr este objetivo, la empresa pública de la Comunidad de Madrid aumentará su capacidad instalada, que actualmente ya es de 107 megavatios, hasta los 157, y apostará por la energía fotovoltaica a través de su Plan Solar y la producción de hidrógeno verde con la puesta en marcha de la primera planta que utilice agua regenerada en este proceso.
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